martes, 20 de noviembre de 2007

Olor a sangre.
Me gusta coger cuando estoy indispuesta. Estoy más caliente. Me excito más.
Baby se pajeaba y yo me calentaba solo con mirarlo.
-Agachate sobre el sofá-
Me saqué la ropa y me incline sobre el mueble.
Él me metió la pija, ya dura, muy dura, por el culo. No puede haber nada que me guste más.
Yo mientras, me pajeaba y gemía.
El olor a sangre inundaba todo, invadía todo.
-Puta. Sos muy puta.
Unos escalones más arriba ella dormia.
Ella, a la que hacia algún tiempo yo, le había chupado las tetas. La que había besado con rechazo y placer. A la que había masturbado. La que me había chupado la concha mientras me retorcía de espasmos.
-Puta.
Y Baby me atravesaba impunemente.