martes, 6 de noviembre de 2007

-Acá se viene a cojer-

Imposible más claridad en una directiva.
El lugar es feo con ganas. Mucho merito tuvieron que hacer para combinar con total impunidad esas columnas con las plantas de plástico, con los tapizados de los reservados, con las cortinas floreadas.
Igual lo peor lejos (muy lejos) es el cuartito del fondo.
Cuanto tendrá? dos por dos? Bueno, ponele. Pintado todo de negro. Paredes, piso, techo. Todo.
Una silla (negra) es todo el mobiliario y la luz, brilla (cuac) por su ausencia.
Cuando entramos supimos de alguna manera, que era el lugar mas crudo al que habíamos ido.
Todo es explicito.
En la habitación mas grande, hay varias colchonetas puestas directamente sobre el piso. Ni una ventana, nada que denote un mundo fuera de esta realidad.
La primera vez que entramos el lugar, la gente nos sacudió.
Nos quedamos parados contra una columnas, mirando. Al rato, no mucho rato, un tipo parado detrás de mi, me tocaba el culo. Deje que lo hiciera.
Baby me besaba, mientras el otro (era un viejo, me di cuenta después) no paraba de tocarme, ahora también las tetas.
El viejo intento cogerme un par de veces, pero me gustaba mas este jueguito que estábamos jugando que el "trabajo" directo.
Un rato después, ya nos estábamos aburriendo y Baby despacho al viejo, diciéndole "gracias, hasta acá estuvo bien".
Después me arrepentí. El viejo tenia tremenda pija.