martes, 18 de diciembre de 2007

Me puse su pija en la boca y la lamí durante algún tiempo. Ellos seguían besándose.
Podía oír sus lenguas mezclandose, con la necesidad de comerse, de desaparecer uno en el otro. Y yo simplemente gozando de ellos.
Yo estaba caliente y quería que me cojieran. Que alguno de los dos o los dos me cojieran.
Pero no sucedió.